martes, 16 de octubre de 2012

GUERRILLA CON CALIDAD





                                                               Fuente Imagen:Prensa PMP2L

Hollywood es sin lugar a discusiones la industria cinematográfica más prolífica y rentable del mundo, por no decir que es la única industria cinematográfica per se, donde cada paso está meticulosamente sistematizado y engranado para dar como resultado un producto, extraordinario, bueno, malo o pésimo, pero siempre el producto.

El cine guerrilla, es un subgénero dentro del cine independiente, es un cine hecho con no sólo pocos, sino escasos y a veces inexistentes recursos de financiamiento, sin permisos municipales, con donaciones de amigos, con locaciones improvisadas y prestadas y donde la mayor parte del presupuesto se la lleva la comida y los traslados.

El Formato en el que se graba es absolutamente digital, gracias a que la popularización de la tecnología ha hecho que las empresas dedicadas a producir cámaras de video compitan entre sí, brindando mejores productos de los cuales se puede obtener un resultado bastante decente.  Es de hacer notar que en este tipo de producciones los miembros del equipo no tienen un rol único, a menudo son “toderos” desdibujando las líneas que separan sus diferentes oficios.

En nuestro país, esta forma de hacer cine no es sólo de uso común, sino que me atrevería a aseverar que de abuso común.  Es por ello que al ir a la proyección del film Pipí Mil Pupú 2 Lucas no me parecía tan atractiva, no más que la intriga generada por tan particular título, sin embargo tomé la mejor actitud al entrar a la sala ya que era la película con la que comenzaba el maratón de films que me disponía a ver en el Festival ELCO 2012.

Definitivamente, los Hermanos Fernando y Enrique R. Bencomo me sorprendieron, una historia de crimen, infidelidad, hampa y drogas con clarísimas influencias de Tarantino pero excelentemente venezolanizada, con diálogos creíbles y honestos, con actuaciones bastante fluídas (amén que no usaron actores de televisión), con detalles cuidados, donde lo que se presenta en pantalla importa tanto como lo que se está narrando.

Impresiona saber que un guión que está tan bien estructurado se escribió en apenas 3 días, y que el rodaje se hizo en 30 días discontinuos, pues sólo podían dedicarle los fines de semana, y sin embargo no hay saltos aparentes en lo que se puede apreciar de su cinematografía.

Se tejen 3 historias: "Un negocio de drogas que salió mal, un chantaje apasionado que se tornó violento, y un secuestro con los dos peores secuestradores en el mundo", se tocan y convergen en una narrativa que usa la elipsis como recurso y que poco a poco va acelerando su ritmo hasta entregarnos un desenlace que no es del todo previsible.

Dentro de la irreverencia de sus realizadores existe toda una pericia de años que es importante destacar pues lo que verán en pantalla no es el resultado de dos panas que agarraron una cámara y les salió bien. Enrique es Ingeniero de Sonido y graduado del TAS (Taller de Arte Sonoro)  y Fernando de la Escuela de Cine y TV, tienen años de experiencia con el mundo audiovisual, hay una capacitación de por medio que los distancia de un trabajo de amateurs. De hecho han desarrollado varios artilugios de iluminación y cámara, útiles para producciones de bajo presupuesto que en sus respectivos blogs y páginas personales comparten con todo el que esté dispuesto a "resolver" creativamente carencias técnicas.

Finalmente, este 6 de junio de 2014 el film llega a las salas de cine nacional con el apoyo de Cines Unidos y la Plataforma de Medios del CNAC, además avalado por 3 premios nacionales: Mejor Largometraje Regional en Festival ELCO 2012 y Mejor Guión y Mejor  Musicalización en FESCIVE 2013 donde tuvo dos proyecciones a sala llena y el público que no pudo entrar se quedó pidiendo una tercera, así que les auguro una muy buena taquilla.

Espero que al tener la oportunidad asistan a verla ya que Enrique y Fernando R. Bencomo nos demuestran que con BsF. 10.000 y las enormes ganas y la voluntad de un equipo de 5 personas se puede hacer un producto de buena factura y agradable a los sentidos, a diferencia de otros films que cuentan con 100 veces ese presupuesto (Un millón igual es un bajo presupuesto para un largometraje) pero que se escudan bajo la premisa de “Guerrilla” para descuidar el resultado de su propia autocomplacencia y negligencia a la hora de hacer algo que debería ser una "labor de amor". Porque para hacer cine en este país, es necesario amarlo y tener ganas de superar obstáculos. 


@TotiCasanova

TRAILER OFICIAL
vía PMP2L